San Pedro, La Ceremonia de Wachuma
La wachuma o también denominada la planta de San pedro es un cactus verde azulado. Esta maravillosa planta puede llegar a crecer hasta unos 7 metros de altura aproximadamente. Llega a tener hermosas flores blancas acampanadas.
Hace miles de años la wachuma fue utilizada por diversas civilizaciones, dentro del territorio peruano. La cultura Chavín fue la pionera en el uso de esta planta, siendo su principal objetivo la curación. Tuvo también usos místicos para enlaces o medios que conectaban al hombre con diferentes dimensiones del mundo espiritual.
La ceremonia de la wachuma es un ritual que se lleva a cabo por un chamán (sacerdote andino). Previamente, el chamán realiza la preparación del brebaje, acompañado de oraciones y melodías entonadas con diferentes instrumentos. Todo ello con el fin de que ésta pueda llegar con los mejores deseos para las personas.
Por lo general el desarrollo de la ceremonia se hace en un lugar cerrado, aunque también se puede realizar en lugares abiertos. Por lo general son lugares sagrados como montañas sagradas o templos antiguos. El chamán será el encargado de iniciar la ceremonia pidiendo permiso al espíritu de la planta e invocando a sus entes guardianes (espíritu de la tierra, montañas, nevados, ancestros, etc.). Luego se continúa con cánticos, silbidos y/o instrumentos musicales que tienen como propósito guiar el proceso de las personas participantes.
Por la concentración de mezcalina que posee la planta de wachuma, el cuerpo experimenta una sensación de adormecimiento a manera de mareo, pero en un estado pleno de conciencia. Al mismo tiempo que la wachuma puede actuar como purgante incitando a vomitar, aunque esta última no sucede necesariamente en su mayoría.
El principal objetivo de esta ceremonia es buscar el equilibrio mental, emocional y físico del participante. Despejar los miedos y traumas que la persona experimenta durante su vida, las mismas que desembocan en alteraciones psicológicas y físicas. Entonces, la persona ingresa en un estado de meditación y conexión, proceso durante el cual se ve forzado a encarar sus más profundos miedos y traumas con la intención de encontrar una resolución de los mismos.
Es importante conocer a los maestros andinos que nos conducirán a través de esta mágica y espiritual experiencia. Antiguamente eran sacerdotes especializados, preparados desde muy niños para poder llevar a cabo estos rituales. En la actualidad son personas que reciben una preparación de varios años dentro de los cuales son instruidos adecuadamente en la preparación de la planta para el brebaje. Deben manejar conocimientos en los procedimientos a seguir durante el proceso de la ceremonia y cómo actuar en caso se suscite alguna dificultad con los participantes.
Toda persona puede ser partícipe de este ritual. Las necesidades son diversas y las posibilidades también, en este entender personas en búsqueda de visión, es decir; personas que no tienen un objetivo claro sobre su propósito en este mundo, personas que padecen de algún malestar físico producto de traumas emocionales y/o psicólogos, personas con problemas de adicciones y toda persona que quiera tener algún tipo de experiencia de conexión con uno mismo.
Los Andes son el escenario perfecto para darse un respiro y conectarse con ese ser espiritual que yace dentro de cada uno. Este es un tópico hasta cierto punto delicado. Aquí te compartimos algunos consejos para que tu ceremonia resulte una experiencia memorable. Hoy en día esta ceremonia es bastante solicitada. Siendo objeto de uso por personas que carecen de la preparación necesaria o peor aún, de la moral personal.
Otro factor para ello es la información abierta en el Internet. En ella, tenemos acceso a casi toda la información teórica sobre la planta y en muchos casos contenido equivocado.
También hay aquellas personas que no completaron su entrenamiento. A esto se suma la venta de la planta en su forma natural, así como pulverizada o procesada.
En tal sentido una manera de identificar a personas seria a través de plataformas virtuales que no tienen la necesidad de vender una de estas ceremonias. Plataformas que no insistan de forma coactiva e insistente aduciendo ser descendientes de linajes o pertenecer o agrupaciones.
Dentro de la práctica de los ritos de esta planta ancestral prima la humildad. Si se atenta contra este principio entonces no es una opción viable para tomar en cuenta.